La convivencia social es inherente al ser humano. El ciberespacio en un pasado no tan lejano era ciencia ficción, pero el desarrollo tecnológico y la información lo hacen cada vez mas evidente esta reciente dimensión del mundo, donde aparecen nuevas formas de vivir y convivir como novedades por los sectores que la colonizan.

Las redes son naturales e inherentes en nuestra cotidianidad, que las hacen imperceptibles muchas de las veces, sin embargo, ellas ajustan normas y valores de convicencia a partir de las interacciones que los aparentes individuos tienen entre sí y, aunado al contacto con otras redes y configuraciones, los cambian ante los integrantes de sus redes de origen La red de computadoras está transformando nuestra relaciones sociales tradicionales, la conciencia al movimiento al cambio emergente por esta interacción nos pone a la vanguardia para adecuar a las empresas a su ágil dinamismo, no hay tiempo para aletargamientos si queremos subirnos y manetenernos en la olaLas redes son entidades complejas por sus multiples cualidades individuales: forma, extensión, durabilidad, ductilidad, composición, organización, apertura, cosmovisión, etc.

Las primeras comunidades virtuales fueron académicas, hoy en dia son incontables, pero mantienen como característica particular: temáticas de interés, donde cada nodo de la red se relaciona por cierta cantidad de vínculos que, por norma, tienden a aumentar. Potenciadas por las tecnologías de información, adquieren una dinámica interactiva expansiva que evoluciona dentro de un ecosistema virtual denominado: ciberespacio.

Fuera del ciberespacio es donde las comunidades virtuales complementan y refuerzan sus vínculos, básicamente afectivos, ya que sus integrantes sufren un desgaste de deshumanización en sus vinculos relacionales cuando no enriquecen y multiplican sus opciones y posibilidades de interacción con otras redes y es ahí, donde intervenimos como consultores.