En ambitos funcionales, se entiende que el Asesor Inmobiliario se centra más en asesorar una transacción, mientras que el Agente se encarga de gestionar todo el proceso. Sin embargo, en algunos países ambos términos son utilizados como sinónimos sin ninguna carga peyorativa hacia alguno de ellos. La excepción es México, en la que se utiliza principalmente el término asesor, y su comunidad inmobiliaria prefiere denominarse asesores por encima de agentes.

Los asesores tienden a trabajar como independientes, autónomos, freelancer o, ahora, como afiliados de E1C. Conoce el programa que transforma la captación de inmuebles en México: #AfiliaciónInmobiliariaE1C

¿Cuál es el Perfil de un Asesor Inmobiliario?

La cualidad principal que tienen que tener los asesores inmobiliarios es la proactividad. Por más que sean parte de una empresa o franquicia, siempre se espera que sean ellos mismos quienes estén activamente encontrando clientes y propiedades para añadirlas a su cartera. Del mismo modo, se espera que trabajen continuamente para promocionar sus servicios en las redes sociales.

Adicionalmente, los Asesores reciben formación en materia de leyes vinculadas al urbanismo y al registro de propiedades, así como finanzas y manejo / gestión de proyectos.

Al iniciar en este rubro, en la práctica los asesores y agentes están creando una empresa propia, centrada alrededor de su propia marca personal. Por ello, necesitan sí o sí desarrollar habilidades que los ayuden para poder destacar y competir con otros profesionales en el mercado.

¿Qué se necesita para ser Asesor Inmobiliario?

Por lo general, se pide como requisito mínimo el ser mayor de edad y haber concluido cursos especializados en la materia de corretaje inmobiliario, que se imparten en universidades e institutos de educación superior.

¿Cuáles son los beneficios de ser un Asesor Inmobiliario?

Primero, los Asesores cuentan con un ingreso relativamente elevado: ellos obtienen entre 3 o 5% del precio de venta de un inmueble como comisión. Esto se traduce en un sueldo considerable.

Sin embargo, un problema continuo es que estos no son ingresos fijos, sino que son altamente variables; y es probable incluso que durante los primeros años un principiante pueda tener meses en los que no vende ningún inmueble. Es por eso que la proactividad del propio asesor es sumamente importante.

Adicionalmente, al depender mucho de cuánto esfuerzo uno le dedique a las actividades diarias como asesor, en la práctica esta es una profesión que permite a las personas establecer sus propios horarios. Es sumamente flexible, aunque también tiene un costo: muchas veces los clientes buscarán contactarte en horarios fuera de lo usual, incluyendo fines de semana; y debido a la importancia de cada potencial cliente, los asesores tienden a atender estas llamadas de todos modos.

En resumen, si bien la labor inmobiliaria cuenta con beneficios interesantes en relación a otras carreras, también conlleva algunos riesgos que debes de tener presente antes de aventurarte por completo a este mercado.

Ten presente también que esta es una carrera que requiere de bastante contacto interpersonal. Tu labor estará sumamente ligada a las ventas, y ello requiere de cierto nivel de iniciativa, empatía y entendimiento de las relaciones humanas.